jueves, 6 de marzo de 2008

El maracanazo

Un 16 de julio de 1950, fue el día que el fútbol mundial comenzó a cambiar, Uruguay demostró que en el fútbol todo es posible... Aquel recordado día el estadio "mais grande do mundo" se vio desbordado por más de 200.000 almas que ya se sentían que serían los campeones del Mundo.
Pero lo que nunca se imaginaban era que la página más negra de la historia del fútbol brasileño se estaba comenzando a escribir.
Brasil llegaba al partido decisivo goleando sin piedad y "comiéndose los niños crudos", y con tan solo un empate le alcanzaba para consagrarse por primera vez campeón del Mundo, ya que en el cuadrangular final sumaba dos cómodas victorias ante Suecia y España, mientras que los celestes contra los mismos rivales habían conseguido una ajustada victoria, ante Suecia, y un sufrido empate contra España
.Los brasileños pese a que con el empate ya se aseguraban el esperado éxito, salieron afanosamente en busca del triunfo para coronar el título como reclamaba sambante público; pero en todo el primer tiempo no pudieron conseguir el gol que calmara a sus hinchas, sedientos de gloria.
Los "Leones de Maracaná" aguantaron a pie firme el temporal e inclusive lograron inquietar el arco de Barboza, sin embargo con el tempranero gol de Friaca cuando nacía el segundo acto, parecía todo encaminarse al, por fin, primer campeonato carioca.
En ese momento fué los celestes cambiaron la historia del partido, del mundial, del fútbol y tal vez de todos los deportes de manera poco creíble, el pepe Schiaffino comenzó a enmudecer el estadio cuando venció a Barboza y empató transitoriamente el juego. Los nervios y el pánico comenzaron a adueñarse no solo de los hinchas sino de los jugadores brasileños.
Uruguay no se conformó con el empate y siguió buscando el milagroso gol del triunfo, Alcides Ghiggia a 10 minutos del final, tras gran escapada por la izquierda y gran definición contra el palo izquierdo, dejó sin asunto al desmoralizado Barboza que no podía entender lo que estaba pasando.
El inusitado clima de fiesta que se había creado en Maracaná lentamente comenzó a transformarse en un verdadero velorio, en los dramáticos minutos finales los celestes sacaron a flote su "garra" y pudieron controlar el embate de los cariocas y mantener la diferencia existente.
El tiempo se consumió, ya no había tiempo para más nada, en el estadio se escuchaba un silencio de 200.000 personas que rompía los tímpanos; Obdulio Varela “el negro jefe” levantaba por segunda vez la copa del mundo; Uruguay había alcanzado la hazaña más grande que se haya visto en un campo de fútbol, la hazaña del siglo...
En Uruguay nunca se les reconoció por esta gran hazaña, por hacer historia; lamentablemente tuvieron que pasar muchísimos años para que comenzaran a reconocer su logro, lamentablemente muchos no lo pudieron vivir; pero eso luego de 58 años la palabra “Maracanazo” es asociada a cualquier hazaña deportiva, salud Obdulio donde sea que estés….

2 comentarios:

Capi dijo...

Y al paso de 58 años Uruguay ha sido presa de la globalización futbolística, y como país chico en cuanto a población se ha sumido, creo yo, en el segundo pelotón que intenta alcanzar a los dos grandes de América, con mucho mérito, haciendo sufrir a los brasileños en casa, a Argentina en el Monumental, y hoy por hoy, cambiando un tanto la garra charrúa de la que tanto se habla por el que creo, es el fútbol de selecciones más espectacular del continente. Subvaluado por las figuras individuales albicelestes y verdeamarellas, pero siempre un gusto verles jugar, proponiendo, atacando, sabiendo que la historia está de su lado, para, al menos, recordarle al mundo que el fútbol está en la sangre uruguaya, y darnos a los aficionados, por lo menos, en las eliminatorias, razones para sonreir y saber que el fútbol, pese a los millones de euros, pese a los éxodos masivos, pese a la mercantilización, sigue siendo un deporte de 11 contra 11 en el que lo más lindo es el espectáculo. Abrazo.

Anónimo dijo...

y si, para que los negros aprendan a no cantar victoria.