NO SE CALLÓ LA BOCA

Hay algo que hoy deseo aclarar. No he posteado el último partido que ha perdido el Barça no por ser parcial ni mucho menos, sino por que al no haberlo visto, no puedo dar una opinión. Hoy voy a hablar un tanto del partido que mi equipo favorito ha perdido en la Bombonera frente a Boca, me ha dolido, pero me precio de intentar ser lo más imparcial posible y cuando uno pierde lo admite como hincha.

Atlas hoy salió muy bien parado en la cancha de Boca. Parecía no pesarle ni la historia ni los nombres que tenía enfrente. Jugó de igual a igual y tuvo buenas ocasiones, hasta que al ’32, en un error de Colotto, aprovechó Palacio para poner el partido 1-0 favor Boca.

Boca enfrió un tanto las acciones por más de media hora, con uno o dos arribos considerables, en lo que continuó siendo un partido muy parejo. Atlas, para mi sorpresa, se fue arriba con todo, y Caranta salvó dos o tres veces a los Xenienzes. AL '81, Palacio, en una contra puso el 2-0, y dos minutos después, Palermo, con ese olfato goleador, lo liquidó por contundente 3-0.

Si no viste el partido, podrás pensar que Boca se lo llevó fácil. No fue así, Atlas tuvo el empate en más de una ocasión, pero aquí es donde quiero hablar. Boca no es grande por el número de estrellas que porta en la camisola (Esas estrellas son solo el reflejo de la grandeza), Boca tampoco es grande por haber tenido en sus filas a Maradona (Que todos lo sabemos, es su gran amor, pero el es de Argentinos). Boca es un grande, por que hace lo que los grandes hacen: Sabe matar al rival. Como en una pelea de boxeo, acomoda el gancho en el momento importante, cuando quizá la pelea se le va, pero con ello noquea. Hoy Boca noqueó.

Alguien dijo que el fútbol es un deporte de once contra once en el que siempre gana Alemania, y quizá tenga un poco de razón. Los grandes pesan, y pesan no por la camisola. Las camisas son solo el reflejo de los equipos que saben cuando matar. Argentina, Brasil, Alemania, Italia, Boca, Milan y muchos otros saben cuando matar, y hoy Boca lo demostró.

Quizá Atlas hoy mereció mejor suerte, pero uno no puede aspirar a ganar o a empatar cuando no puede golpear en el momento justo. Mañana la prensa mexicana aplaudirá a Atlas, que hombre, tiene mérito salir a jugar y no a encerrarse en Buenos Aires, pero la realidad es que Boca mereció el triunfo, y lo demostró pegando en el momento oportuno. Soy aficionado al Atlas, hoy me deja conforme el fútbol de mi equipo, y también, también aplaudo la grandeza de Boca.