domingo, 2 de noviembre de 2008

Yo fuì Barra Brava - Capìtulo 1

Tenía como 13 años cuando pudiéramos decir que entré a la barra brava, ya de más chico iba con los muchachos y nos pegábamos como chicle viejo a un costado de la barra y saltábamos y cantábamos, según nosotros éramos barra brava pero realmente pudiéramos decir que solo éramos la escoria de la escoria pero nosotros éramos felices.

Para poder entrar nos hicieron algunas pruebas, me acuerdo que en ese momento el Al Capone era el “Manco”, pero había pedos en la barra, según lo recuerdo el "Pelado" le quería sacar el poder ya que el manco se quedaba con parte de las utilidades que generaba la barra, esto me dí cuenta ya algunos años después porque en aquel momento solo notaba que había broncas.

En el primer partido me toco robarle la bandera a unos gurises de la hinchada de Danubio, eran cuatro gatos locos y nosotros éramos como 30, me acuerdo que corrieron como gallinas los putitos, yo les robe la gorra a uno y a otro la bandera, aparte le dí un par de patadas y le escupí la cara a un flaco que iba con su novia pero lamentablemente era hincha de Danubio y yo debìa vender mi nombre.

Con esa muestra de “hombría” ya tenía ganada la confianza del “Cabeza”, que en ese momento era mi superior pero lo iba a ser por muy poco tiempo porque en una pelea dos meses después lo acuchillaron y el “Pasta Base” se iba a quedar con el puesto, pero también duraría poco porque cuando se quiso salir el “Manco” le dio una lección a Él y a todos nosotros que la barra se respetaba y que salirse no era cosa fácil.

Pasaron algunos años y yo era como una esponja, aprendía todo lo posible ya que el camino no iba a ser fácil y la cuesta era muy empinada y llena de clavos que había que saber esquivar.
Los problemas se fueron suscitando y en menos de 2 años ya había tenido 14 detenciones policíacas, casi todas por peleas y la última por hurto; ahí fui a parar a la cárcel de menores por primera vez pero no sería la última, ahí adentro me hice respetar porque tenía contactos que hicieron saber quien era yo.

Antes de los 18 ya había entrado a la correccional 6 veces pero como era menor salía como pan caliente y aparte tenía contactos que facilitaban mi salida; mas adelante comprendí como estos contactos movían a otros contactos y así se armaba una escalerita hasta vaya a saber quien daba la orden final y nosotros salíamos bien tranquilitos por la puerta del frente.

Fui subiendo escalones y trepando jerarquías y piano piano mi poder fue creciendo y ya la cosa era muy diferente a cuando comencé; al principio yo solo quería gritar cantar y mostrar mi valentía pero ahora la cosa cambio y las puertas se empezaban a abrir.

Continuarà...

No hay comentarios: