martes, 26 de agosto de 2008

Historia de punta ballena

Ese sábado no salimos a bailar, solo pinto una comilona ya que teníamos todo planeado y el domingo arrancábamos con la barra a Punta del Este, ya nos estábamos saboréanos esas playas hermosas.
El informativo había dicho que el fin de semana en ese octubre iba a estar sensacional así que ya no nos quedaba nada por planear.La idea era pasar un fin de semana descansando, llevaríamos las tablas de surf, la pelota de fútbol, las cañas de pescar y la parrilla para hacer el asado, la camioneta del Tolo estaba mas que lista, hasta estaba ilusionada ella por recorrer esas arenas saladas.
El domingo a las 6 de la mañana estábamos en pie ya todos en la casa del tolo, el mate no podía faltar, los bizcochos (panes dulces); por supuesto empezamos a checar que no nos olvidáramos de nada y empecé a pasar lista mientras los demás muchachos como en primaria respondían con mucha orden.Pelota de futbol? Acá ta, Tablas de surf? Arriba de la camioneta, cañas de pescar? Listo, comida? En la heladerita, cervezas, cocas y demás? Todo frío y así siguió la lista y no nos olvidábamos de nada.
La carretera nos invitaba a seguir, se antojaba no dejar ese camino y que el nos guiara a donde quisiera pero el olor a sal nos llamaba, la ruta pegada a la playa nos invitaba a entrarnos al mar con la camioneta y todo pero lamentablemente esta no era anfibia, bueno eso nos decía el Tolo pero vaya a saber uno si era cierto o no.
Llegamos a punta del este, la playa de Punta Ballena estaba mas hermosa que nunca en la vida, saltamos de la camioneta, tiramos las tablas de surf en la arena blanca, el mar estaba cristalino, era todo perfecto y el tolo tiro la pelota de futbol en la arena.
Habían dos arcos (porterías) hechas con cañas que quien sabe quien dejó ahí listo para que nosotros hiciéramos algunas jugadas Francescolianas, pero como no podía dejar de ser fiel a mis instintos en la primera pelota que pude me tire a los pies al tolo y se sintió un estruendoso Crack, miré el cielo a ver donde era esa tormenta ya que hasta las olas dejaron de correr y el silencio en el mar fue tan brutal que creo el ruido se escucho en ciertas regiones en la costa oeste de África.
Esa fue mi primer fractura en el fútbol, para que les cuento todo lo que paso después, cargamos todo y me llevaron de un hospital a otro hasta que me tuvieron que drogar que por cierto fue lo mejor que me paso ese día y ha Montevideo de nuevo; el resultado final….4 semanas sin jugar y las ganas de haber pasado un fin de semana increíble pero en mi memoria me quedó la primer huella de muchas mas que dejaría el fútbol marcadas en mi cuerpo

3 comentarios:

Capi dijo...

Que buen post, como todos los que publicas gonza, historia verídica?

Obdulio Varela dijo...

100% te juro y lo peor de todo es que tengo como mil historias para contar, lo que no quiero solo hablar de dichas historias.
Aunque muy pronto va una también verídica pero que le paso a mi padre y siempre la cuenta aunque no te doy ningún adelanto.

Aldebarán dijo...

venga esa historia de tu padre gonza! nombre, como extraño la playa, la neta, bonita, fea, pero estar cerca del mar, un abrazo karnales.