miércoles, 3 de septiembre de 2008

Enseñanzas del deporte

Dicen que el hombre es el único que tropieza dos veces con la misma piedra y esta muy claro que esta frase no tiene fundamento alguno ya que podemos tropezar miles de veces con la misma piedra y no por pendejos sino por el pendejo que dejó la piedra donde no debía.
Ese miércoles la raza faltó, para variar, y casi nos quedamos sin jugar nuestra gloriosa cascarita, esa delegación estaba impaciente por ver rodar la pelota y sentir el olor a pasto sintético (decía un amigo mío “es lo que hay”), el olor a tierra mojada, digo tierra mojada por el tierrerio que hay alrededor de las canchas.
El estadio azteca estaba a pleno, la gente desbordaba de impaciencia y nadie podía creer que el juego se suspendería; pero en esto del fútbol siempre hay alguien que te hecha una mano y en ese momento un grupo de abogados o algo así fueron invitados por uno de los nuestros a jugar una cáscara, el Lucho (contribuyente a esta página) consiguió reta, aleluya hermano; pensamos en ese instante.
El equipo estaba como nunca y debo de decir que jugó como nunca, ellos jugaban campeonato no se si en primera o segunda fuerza y nosotros éramos un rejuntaditos de los Jaguares con el chilango del Lucho y quien les habla que sin dudas levantábamos el nivel de juego tremendamente.
El partido comenzó y lo imposible se estaba dando, otro maracanazo, les estábamos dando paliza, si mi memoria no me falla les íbamos ganando 6 a 3 dándoles cátedra de cómo se juega al fútbol, este equipo de rejuntados tenía unos ases en la manga, Samuel “el chaparro” Eto, Pierre “el Pepsi” Webo, Peter “el lucho” Crouch (taba flaco en ese entonces), “Hilario” Kameni y quien les habla Zlatan “el uru” Ibrahimovich y algunos otros dieron clase de cómo se juega cuando el corazón manda.
Pero para variar y solo para variar, quise demostrar una clase que hoy en día solo esta en la memoria y en la añoranza y le dedique un segundo de mi vida a Hugo Sánchez, esa chilena fue en cámara lenta, recuerdo segundo a segundo cada momento, la perfección hecha deporte, y de pronto se detuvo el tiempo, igual que muchas veces anteriores y sentí un viejo y odiado Crack…..puto y maldito codo roto, ahora la cosa cambio para mi, el partido? Quien carajo le importa loco, me rompí el puto codo, nadie me pelaba y como que no se daban cuenta hasta que le dije al Lucho “sincha boludo, sincha el codo”….y me di cuenta que si sos uruguayo y te quebras el codo busca palabras que la gente entienda pelotudo por que “sincha” acá no quiere decir nada.
Todo en la vida nos enseña, yo aprendí varias cosas, una es que no te hagas el genio cuando sos un tronco bárbaro, dos que la palabra sinchar acá no tiene validez alguna y tres que el pinche codo duele como la puta madre.
PD. Lo que nadie recuerda es que si la chilena fue gol o no; la podrán pasar en ESPN para verla de nuevo?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Chingon guey, chingon..

MIRIAM SOLIS-MIMIS dijo...

SALUDOS
CHIDO TU BLOG