Por mi culpa, por mi culpa, por mi culpa

La iglesia católica y pido disculpas a los católicos les ha hecho creer durante mas de 2000 años que si un señor vestido de negro te escucha decir las boludeces que hiciste y te golpeas un poco el pecho repitiendo esta frase, claro luego rezar un par de versos estampitarios ta todo bien y la vida continúa.
Casi lo mismo se da en el fútbol, ya que el que toma las decisiones dentro de la iglesia también se viste de negro, escucha tus pelotudeces y la única diferencia que este lo anota en una hojita y lo pasa a sus superiores.
El ex técnico de las chivas quiso echarle la culpa al juez “si lo corrían” ya que este último cobró un penal que si vio y que varios vimos; mucha gente dice que para que hizo eso si al final y al cabo el penal ya estaba cobrado y el juego terminado; pero el juez lo anoto en su libretita de kínder y la noticia se hizo vox populi.
Luego pudimos ver que en el siguiente juego de chivas y a pesar de haber jugado de visitante que el sacerdote correspondiente fue totalmente subjetivo y anuló un gol totalmente legítimo en contra del “rebaño sagrado”?, que por cierto que apodo tan ridículo tiene.
Así son las cosas, al América siempre o casi siempre los jueces favorecen sin dudarlo y la prensa lo comenta continuamente pero a chivas lo ayudan igual o mas pero nadie dice nada, cosa que tampoco comprendo.
Lo bueno es que al final se hizo justicia y a este señor no le quedó otra que golpearse se pecho tres veces y repetir “por mi culpa, por mi culpa, por mi culpa” y hacer mutis.