El Conejo Espurio, dice el loco

Estamos a doce horas antes del comienzo del partido entre las selecciones mexicana y uruguaya, donde parece cantadito un "arreglo", pues con un empate ambos equipos consiguen su pase al cuarto partido del mundial. Muchos de los jugadores uruguayos, han jugado en México, incluso Javier Aguirre alguna vez dirigió al jugador más importante de los charruas, con lo que se asume, que los jugadores se conocen y la manera de pactar ahí está.

Podemos ser románticos y desgarrarnos la ropa reclamándoles honor a los gladiadores que nos representan, igual, podemos ser pragmáticos y disfrutar, así como pedir, el empate. Sin embargo, cabe recordar un pequeño chisme, sucedido, según dicen, allá en el De Efe, en un lugar que llaman "La Noria".

Fue en el año de 2003. Cruz Azul, daba lástima... perdía con todos y con nadie. Sí, el Cruz Azul de mis amores moríase de nada. El reclamos a los jugadores era unánime. Como una de las plantillas más poderosas, una de las nóminas más gruesas, podía rendir tan poco, había que hacer algo.

Como siempre, la imaginación de los directivos, dió para poquito y decidieron, ir por lo más fácil, inmoral, ilegal y falto de huevos: bajarle el sueldo a los jugadores. Rescindiendo el contrato de todos, y obligándoles a firmar uno nuevo. Los jugadores Sebastián Abreu, Pablo Galdames, Julio César Pinheiro, Daniel Baldi, Oscar Pérez, Sergio Almaguer, Melvin Brown, Flavio Davino, Gilberto Jiménez, Francisco Palencia y Miguel Zepeda, negaronse a aceptar dichas condiciones y fueron relegados del equipo.

Una semana después, se anuncio que los jugadores revoltosos volvían al equipo, a excepción de los extranjeros. No se sabe, o bueno, no sé exactamente qué pasó. Como siempre, dejo de hablarse de ello y se olvido el tema. Pero hubo un personaje que no olvidó aquella ocasión: Sebastián Abreu.

Desde entonces, cada que les ha tocado enfrentarse, hay reclamos de parte del uruguayo hacia el portero mexicano. Exactamente, por qué le reclama, no sé. Tal vez le llame espurio, tal vez pocohombre, tal vez .. no sé cómo se diga en la jerigonza uruguaya. Lo único que puedo asegurar, es que el loco y el conejo, no se llevan para nada bien. Pero eso señores, es solo una anécdota.

Al menos yo, deseo y creo que se dará el empate, y pactado. Y por favor, no me vengan con romantiquerías decimonónicas que todos vimos a Oswaldo Sánchez, pedirle calma a los hondureños. No hablemos de honor y de moralinas idiotas, cuando dejaremos de trabajar para ver el juego. Al menos yo, debo confesar, cancelé más de una cosa, por alguno que otro juego de este mundial.

Lucho