lunes, 9 de marzo de 2009

Gran dios de la lluvia...

Montevideo, Uruguay
Marzo del 2009, hora 5.00 pm se enfrentaría el grandioso y glorioso Peñarol contra Racing por la segunda fecha del torneo apertura.
Nos juntamos en casa con un amigo Fabián alias “El Tolo”, mi primo alias “el gallego”, mi viejo alias “el calda” y yo alias “el mas chingon de todos” o alias “superpija”; para partir a disfrutar de dicho encuentro luego, en mi caso, de algún tiempo sin ver al aurinegro.
El calor sofocante y húmedo del verano montevideano no dejaba casi respirar y el partido no muy emocionante por no decir un bodrio no ayudaba mucho, por lo que la mayoría rezabamos al dios charrúa de la lluvia para que nos hiciera mas divertida la tarde del domingo con un poco de agua.
Los dioses se apiadaron de nosotros y en minuto 20 del primer tiempo comenzó la lluvia, al principio todos felices ya que el calor por arte de magia y de excesiva humedad despareció, pasaron 10 minutos y las gotas cada vez mas grandes comenzaron a molestar un poco, el granizo comenzó a caer a pesar de ser verano y eso ya era algo molesto pero por suerte el arbitro dio terminado a un muy aburrido primer tiempo.
Nos escabullimos hacía una área de comida buscando techo y calor ya que ahora el agua se convirtió en factor de frío y nuestros húmedos y desprotegidos cuerpecitos (es que éramos todos muy flacos) pedían algo para secarse, pero malas noticias…en los estadios no venden toallas o pantalones secos o cosas similares.
Salimos para ver el segundo tiempo pero no veíamos ni la cancha, se venìa el fin del mundo, era un diluvio, paso un viejito juntando parejas de animales y pedazos de madera; la gente no paró un segundo de cantar y saltar (nosotros menos) por lo que el frío no se notaba tanto. Las escaleras del estadio pasaron a ser cascadas naturales y casi se podía apreciar algunos turistas que venían a ver las ya “famosas” cascadas del estadio centenario.
El segundo tiempo comenzó, eso me dijeron porque no veíamos nada, y un par de minutos después el honorable arbitro dio por terminado el juego ya que era imposible jugar dado la cantidad de agua caída, creo que nunca había visto llover tanto en tan poco tiempo.
La gente seguía cantando y saltando hasta que un rato después decidimos irnos ya que mi viejo alias “el calda” ya no esta para estos trotes, casi se me muere el viejo después de tanta “locura”.
Asì que mi última experiencia solo duro 45 minutos y como anécdota queda esta lluvia que fue mas divertida que el mismo juego.
PD: les dejo unos videos de lo vivido





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